El próximo 7 de abril marcará el trigésimo aniversario de una fecha grabada para siempre en la memoria de todos los pergaminenses: la inundación de 1995; evento que dejó a la ciudad dividida en dos, con más del 60 por ciento de su casco urbano cubierto de agua, los servicios y las comunicaciones interrrumpidas y cinco víctimas mortales.
Como ocurre siempre que se da un aniversario "redondo", la jornada invita a la reflexión, al recuerdo y al análisis, ya que las sociedades suelen catalizar las tragedias como mecanismos de aprendizaje, de entender qué es lo que pasó y por qué sucedió un hecho determinado, de manera tal de buscar soluciones, herramientas, barreras que impidan que un hecho de determinadas características vuelva a suceder.
Desde aquella madrugada de viernes trágica muchas cosas pasaron en la ciudad y Pergamino es un ámbito urbano muy diferente al de 1995; muchas cosas cambiaron, la fisonomía de la ciudad es diferente, creció en número de habitantes y de viviendas, hay más de diez barrios que hace treinta años no existían; el casco histórico entre "los cuatro boulevares" cuenta con más edificios de altura; la mayoría de las calles que en 1995 eran de tierra o con mejorado hoy están pavimentadas. Hay más industrias, más conectividad y la vida cotidiana se complejizó. Se hicieron varias obras para mejorar el drenaje del casco urbano; un gigantesco colector que atraviesa las vías del ex ferrocarril y comunica la calle España con Florencio Sánchez; otro gran entubamiento bajo la calle Giménez Colodrero. La extensión de los terraplentes del arroyo Pergamino y la colocación de estaciones de bombeo, las obras del Colector Norte, y varios proyectos más de menor envergadura que se han ido desarrollando durante las últimas tres décadas.
Sin embargo, si bien se ha avanzado y mejorado en algunos aspectos, ante la posibilidad de una situación pluvial similar a la de hace treinta años Pergamino sigue siendo vulnerable y se vería notablemente afectada ante una ocurrencia de ese tipo. Básicamente porque todavía sigue pendiente la construcción de la "obra madre": la presa de regulación aguas arriba del arroyo Pergamino; los especialistas sostienen que de no regularse la cuenca el peligro de una crecida y eventual desborde del cauce del arroyo sigue siendo real y de una alta probabilidad.
Esto quedó claramente comprobado en diciembre de 2016 cuando una vez más el arroyo salió de su cauce, generando otra catástrofe y reviviendo escenas de pesar, desolación, depresión e ira entre los vecinos.
Si bien el ejercicio de la memoria de los Pergaminenses en relación con las inundaciones se remonta a las de carácter muy grave como las de 1995 y 2016 (antes de 1995 se hablaba mucho de la de 1984, pero luego ese fenómeno, también muy grave, fue cayendo en el olvido) lo cierto es que en los últimos cincuenta años se produjeron innumerables situaciones de anegamientos e inundaciones que, sin llegar a la magnitud de las mencionadas, causaron grandes inconvenientes y pérdidas materiales: como ejemplo se puede citar lo ocurrido en octrubre de 2001, diciembre de 2009, febrero de 2014, agosto de 2015 y enero de 2017, entre varios otros casos.
Por añadidura, cada vez que los medios de comunicación dan cuenta de hechos similares en otras partes del país y comienzan a circular imágenes de la catástrofe, la memoria colectiva pergaminense vuelve al viernes 7 de abril de 1995; así ocurrió días pasados con lo ocurrido en el sur de Santa Fe y Córdoba, con las imágenes de Bahía Blanca hace tres semanas, la inundación de La Plata en marzo de 2013 o la de la ciudad de Santa Fe en 2003, entre otras. Y el recuerdo siempre trae aparejados un sentimiento (la empatía) y una pregunta ¿cómo está preparada hoy Pergamino para el caso de precipitaciones similares a las de 1995 o 2016?
Jorge Dauach
Para obtener una respuesta concreta, DiarioNucleo.com consultó a Jorge Dauach; miembro de la Comisión de Seguimiento de Obras Pluviales de Pergamino (COSOPPER), entidad que está próxima también a cumplir 30 años y que cuenta con conocimientos especializados sobre el comportamiento de los desagües y tiene la posibilidad de realizar predicciones ante la posibilidad de una contingencia.
"Lo primero que tenemos que entender es que 300 milímetros de lluvia no tienen nada de extraordinario" empezó señalando Jorge Dauach ante la consulta de DiarioNucleo.com y agregó que "desde hace por lo menos 50 años la ocurrencia de fenómenos climatológicos extremos como las lluvias entre 200 y 300 milímetros, comenzaron a suceder con mayor frecuencia y ya desde hace décadas es un error hablar de eventos extraordinarios porque estas situaciones no tienen nada de de extraordinarias" remarcó.
"Cuando año tras año, en distintas regiones de nuestro país, vemos el impacto de estas lluvias" continuó diciendo Dauach "las inundaciones ocurridas en Pergamino, Rosario, Córdoba, Santa Fe, toda la zona del litoral, La Pampa, Chaco, Corrientes, a lo largo y ancho de la provincia de Buenos Aires tienen en la mayoría de los casos lluvias que han oscilado entre los 200 y 300 milímetros en 24 horas; es decir, estamos hablando de varios casos durante varios años en distintos lugares del país; así que no estamos hablando de casos extraordinarios sino por el contrario de fenómenos cada vez más frecuentes" puntualizó.
Vulnerabilidad
"Un evento extremo no es por sí solo la causa de un desastre, de una inundación. Una lluvia de más de 200 milímetros puede ser un factor necesario, pero no determinante" explicó Jorge Dauach consultado sobre esta cuestión particular "La ocurrencia de una inundación se da en la combinación de una lluvia extrema y las condiciones de vulnerabilidad que se han generado en una ciudad. Así, la falta de planificación en el desarrollo urbano de las ciudades, donde no se ha contemplado la variable ambiental, es la clave para los hechos lamentables que ocurren en materia de inundaciones y nuestra ciudad es una muestra cabal de esto" detalló y agregó que "hace 30 años sufrimos la más grave inundación Y a pesar de los avances y luchas y tratamientos de la temática, no se termina de incorporar la cuestión hídrica, tanto en el desarrollo urbano como en políticas públicas de gestión de riesgo hídrico. Tenemos un considerable atraso en la ejecución de obras de prevención de inundaciones que no nos permiten remediar parte de los errores del pasado en materia de ocupación del suelo urbano y una expansión territorial en los últimos años sobre zonas bajas, anegables, que nos hacen ver la repetición de errores pasados" afirmó.
Obras necesarias
En otro tramo de su diálogo con DiarioNucleo.com, Jorge Dauach enumeró las obras necesarias para que, ante una situación de contingencia, la ciudad esté protegida o cuente con algún tipo de barrera de contención: "En materia de obras, la regulación del Arroyo aún no se concretó, continuamos a la espera que se retomen los trabajos para construir la presa reguladora aguas arriba de la Ciudad; según se pudo conocer hace unos meses atrás, con fondos que se afectarán de las arcas provinciales y no por financiamiento externo" explicó con relación a la obra más importante para la prevención de inundaciones en Pergamino y que los miembros de COSOPPER consideran irrencunciable.
Entre otras obras que se realizaron o están en construcción Dauach mencionó que "con relación al ramal del Colector Norte, es una obra muy importante que contempla distintos ramales de desagües y el entubado del Arroyo Chuchú; su construcción continúa y los avances se están dando desde el barrio Hernández, donde está prácticamente en finalización el tramo de ramal Lugones, y se está avanzando en el entubamiento del Chu-chú entre Carpani Costa está llegando hasta Pedro Torres. También se concretaron ramales complementarios en calle Santiago del Estero y está muy avanzado el ramal complementario de Ugarte, extendiéndose aguas arriba (del arroyo Chu-chú) hasta llegar a calle Lorenzo Moreno, que en esas inmediaciones es donde termina este ramal que se está construyendo también en estas semanas.
Aspectos positivos
En cuanto a los avances que ha logrado Pergamino en materia de prevención de inundaciones; Jorge Dauach explicó que: "Los aspectos que tal vez nos diferencien de otras ciudades es que esas otras localidades todavía no tienen un diagnóstico de la problemática, no tienen un plan de obras diseñado y mucho menos una cantidad aceptable ya de obras en ejecución y concretadas a lo que también se suman medidas preventivas de mitigación, como son las estaciones de bombeo que se han construido y el contar con una Secretaría de Defensa Civil, todo eso se logró en estos últimos 30 años y muchas de las ciudades que sufrieron eventos similares carecen de esas cosas. Son pasos que hacen que Pergamino pueda tener algún tipo de defensa mayor ante estos eventos que, como decimos, no son nada extraordinario sino que en los últimos años se vienen sucediendo más de forma ordinaria, podríamos decir" analizó.
Políticas Públicas
Desde siempre, la COSOPPER ha remarcado que además de las obras de regulación del cauce del arroyo Pergamino, las mejoras en la capacidad de escurrimiento del arroyo Chu-chú y la construcción de los desagües, es necesario que Pergamino cuente con políticas públicas claras y definidas acerca del planeamiento urbano y el desarrollo inmobiliario, en ese sentido Jorge Dauach mencionó que "Lo que sí creemos fundamental, tanto para nuestra ciudad como en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, que es la jurisdicción donde podemos trabajar la temática; es contemplar el tema ambiental en el desarrollo de la ciudad, tener políticas públicas concretas, permanentes, que formen parte de las agendas de los gobiernos; que estén permanentemente contemplando eventos climatológicos del calibre de los que estamos viendo, de lo que desencadenó el desastre en Bahía Blanca, del calibre de lo ocurrido en Santa Fe, en La Plata y en Pergamino en varias oportunidades. La expectativa es que definitivamente podamos, las distintas ciudades, generar un desarrollo acorde a la realidad ambiental, que además tiene la particularidad de que el cambio climático ha incrementado la intensidad, la cantidad y la recurrencia de este tipo de eventos, con lo cual es fundamental incorporar esta temática como central en la planificación, el desarrollo, las políticas públicas y la gestión de cada uno de los gobiernos, tanto locales como provinciales" finalizó.
La presa
Permanentemente, desde COSOPPER han remarcado la importancia de la construcción de la obra principal para la prevención de inundaciones en Pergamino: la presa de contención del Arroyo, aguas arriba de la ciudad. Una obra cuyo fin básico es regular el cauce del arroyo Pergamino, permitiendo que durante su travesía urbana conserve niveles normales y eso permita el escurrimiento del sistema de desagües de a ciudad. El problema principal, que queda en evidencia cada vez que se produce una crecida, es que el nivel del arroyo queda por encima del de las calles aledañas y por ende de los desagües que se encargan de llevar el agua de las calles hacia el Arroyo. En consecuencia, ésta se acumula, sube su nivel e ingresa en las viviendas, configurando una situación de inundación. En casos extremos, la falta de regulación del arroyo ha hecho que este crezca y supere la altura de los terraplenes; dando lugar a un desborde, como ocurrió en 1995 y 2016, ocasionando de esta manera una catástrofe.
Con la presa de regulación, que funciona sin intervención humana, ya que consta de una pared de grandes dimensiones con una abertura en el cauce; por lo que el agua proveniente de la cuenca aguas arriba de la ciudad quedaría contenida por la presa y de esta manera el arroyo no crecería, evitando el colapso de los desagües que, con el arroyo a niveles normales, permitirían escurrir de manera eficiente toda el agua del casco urbano, evitando su acumulación en las calles. La presa también evitaría las situaciones de desborde.
Esta obra no sólo beneficiaría a Pergamino, ya que teniendo en cuenta que el Arroyo desemboca en el Río Arrecifes, por lo general cuando hay una crecida termina perjudicando en mayor o menor medida a esa ciudad. Toda la cuenca se vería beneficiada con esta obra que, a casi treinta años de la inundación y cerca de 20 de su propuesta como proyecto, sigue estando en espera.
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